viernes, 13 de agosto de 2010

Los incendios forestales vuelven a despertar el fantasma nuclear de Chérnobil


La agencia de protección forestal de Rusia dijo el miércoles que se habían registrado incendios cubriendo un área de 39 kilómetros cuadrados en regiones con bosques contaminados con la radiación. Las regiones afectadas incluyen la provincia Bryansk, fronteriza con Ucrania, al suroeste de Moscú.

Los incendios forestales se han cobrado la vida ya de 50 personas, arrasado más de 700.000 hectáreas de bosques y destruido más de 10 millones de hectáreas de cultivos, por lo que el Gobierno anunció la suspensión de las exportaciones de grano. Está previsto que la peor ola de calor que afectó a la nación euroasiática en un siglo pueda intensificarse el viernes, con temperaturas récord de 40 grados centígrados, y continuar la semana próxima.

Tanto el instituto francés de protección frente a la radiación y seguridad nuclear como la Oficina Federal alemana para protección ante radiación dijeron el jueves que mientras parte de la radioactividad podría volver a circular en el humo, los riesgos a la salud eran mínimos y podrían no tener impacto en Rusia o países vecinos.

Incluso es improbable que los bomberos que combaten las llamas en los bosques de la región rusa de Bryansk, envenenada por la contaminación radioactiva generada en el desastre de Chérnobil en 1986, corran riesgos de contaminación nuclear adicional.

Científicos dicen que la cantidad de radiación en el humo podría ser sólo una fracción de la lluvia radioactiva original, generada por la explosión de un reactor nuclear en Chérnobil en 1986.

El ministro de Emergencias Sergei Shoigu ha indicado que el calor de las llamas en la región de Bryansk -que ya padece contaminación nuclear desde la catástrofe de Chernobyl hace más de 20 años- podría liberar a la atmósfera partículas radiactivas dañinas. "Los radionucleidos podrían alcanzar [el aire] junto con una combustión de partículas, lo que derivaría en una zona contaminada", explicó el funcionario.

"De la radioactividad total en la zona, mucho menos del uno por ciento de ella será removida", dijo Jim Smith, experto en Chérnobil y especialista en ciencias terrestres y ambientales de la Universidad de Portsmouth en Gran Bretaña.

"La mayoría de la radioactividad está en el suelo, que no será afectado por los incendios, y sólo una pequeña proporción está en la vegetación", dijo Smith en una entrevista telefónica. "Sólo una pequeña porción de eso volverá a suspenderse en el humo de las llamas", agregó.

Por otro lado, cerca al centro de investigación nuclear de Zarov, al este de la capital rusa, sigue habiendo dos focos activos. Sin embargo, la situación aquí está bajo control, pese a que la densidad del humo dificulta los trabajos. Más de 1.000 efectivos y un centenar de vehículos trabajan para retirar todo el material explosivo y radiactivo de una de las instalaciones estratégicas más importantes del país.

http://www.elmundo.es/elmundo/2010/08/06/internacional/

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